Un cuerpo grande en una autoestima pequeña

La era de la codependencia o el peor momento de mi vida

Abismo

Mientras me duele el hambre. Me quito todos y cada uno de los alimentos que según un test personalizado de intolerancia alimenticia tengo. Mientras como correctamente. Después de haber gastado miles de euros, hecho algún que otro esfuerzo físico y mental. Mientras veo que no hay resultado positivo. Que no sólo no adelgazo sino que engordo, sumado a que aún no me quiero, no me acepto, no me valoro, mientras todo eso; la sensación de quietud y frustración es insoportable. Me doy asco, me repugno, me odio, no me soporto y es una sensación mental y física-física y mental.

Cada uno de los gramos que sobrepasan mi peso normal y que ahora me conforman, me recuerdan cada uno de mis fracasos, en fila, uno detrás del otro en montones de a diez y de a veinte. Apilados como cadáveres de todas las medidas, de todos los colores. Algunos tienen los ojos cerrados y algunos aún los mantienen abiertos y cada uno de los dedos inquisidores de cada una de las personas que me hicieron daño me señalan y cada una de las miradas de los seres que me han ayudado a destruirme me azotan la mente con todas y cada una de sus puñaladas y todas y cada una por la espalda y me culpo por no haberme dado cuenta, de no haber tomado las medidas oportunas, de no haberle puesto remedio cuando lo tenía. Y me culpo de haberles dado el permiso y concedido la licencia de tirar por la borda mis sueños, mis ganas, mi motivación, mi vida.

Ellos no son los culpables.

Gente mala y ruin siempre la habrá. Soy yo y eres tu quien tiene que estar listo para esquivar las balas, para volverte a levantar por ti mismo. Me culpo también de haber puesto mi vida en las manos equivocadas y de no haber aprendido a quererme como es debido antes de habérmelos encontrado. Me culpo de seguir a día de hoy sin quererme, ni saber hacerlo.
cadenasPensamientos de auto derrota me taladran el pensamiento una y otra vez y debe ser que estoy en medio del peor momento de mi vida o de una depresión a pelo y no recuerdo haberlo pasado tan mal nunca y sin embargo, sí que recuerdo haberlo pasado mal y mucho, pero ahora es distinto, ahora, ya no tengo a nadie distinto de mí a quien culpar.

Se de gente que me quiere. Me consta. No me cansaré de agradecer la incondicionalidad, una de mis futuras armas. Se de gente que me quiere mucho, muchisimo pero el error de fondo es que no me quiero yo y mientras eso no suceda, mientras no sea capaz de aceptarme como soy, elijo esconderme bajo los cimientos de esta manta, esperar el disparo de gracia.

Que toda esta mierda se me pase de una puta vez. Ni puta idea de como. Quitarme la vergüenza de encima. Poder darle al mundo lo que se merece de mi.

No puedo soportar en lo que me he convertido. Este sentimiento de desarraigo. Autoestima condicionada a resultados y los resultados son: No tengo trabajo, he vuelto a vivir en mi pueblo y he engordado cantidades insoportables de mierda. La misma cantidad de lo que no me quiero.

Engordar es la prueba evidente de que algo no anda bien, de que estas dedicando amor y tiempo en la dirección inadecuada, en el sitio inapropiado. La mierda de no quererse da asco. La soberbia de vivir sin querer disfrutar de la vida, de nada y de nadie es simplemente despreciable.

Quiero despertar de esta puta pesadilla en la que yo solita me he metido. Cambiar absolutamente toda la pirámide y escala de valores de las cosas que tienen que ver conmigo y mi auto concepto.  Asco, rechazo, incapacidad, repugnancia, aversión a mí, hambre, dolor, rabia, impotencia.

Se todo lo grande que soy, que he sido y que puedo llegar a ser. Se de mi valía y de mis valores pero ahora no están en primer plano. Todo eso forma parte de mi mejor versión. Estoy a tantos kilómetros de mí y de ella que no me alcanza la vista para encontrarme en ningún horizonte por el momento.

Me perdí en el medio del océano y resulta, que se da la casualidad, que no sé nadar.

Escrito por

6 comentarios en «Un cuerpo grande en una autoestima pequeña»

  1. Tienes un prejuicio vuelto a ti misma, se que no te digo nada nuevo. ¿Has engordado con respecto a quién?, no te compares. Pero no lo hagas ni contigo misma, con la que fuiste antes físicamente. Las personas maravillosas irradian su interior al exterior. Tu fachada va a ser ahora el reflejo de tu interior y tu interior es el que tiene que transmitir a los demás. ¿O nunca te ha pasado conocer a alguien que por momentos te parece más hermoso solo y únicamente por cómo se comporta, por cómo es?. Es lo típico de «pa gustos colores».
    ¿No te das cuenta que lo estas haciendo al revés?. Te miras al espejo, no te gustas… y dale, a sentirse mal por dentro. No,no y no.
    Una vez leí que es la actitud y no la altitud, lo que hace grande a una persona.
    De todas formas no te culpes. Te exiges demasiado a ti misma. Eres inteligente y lograrás superarlo. Lo harás porque sabes que puedes hacerlo.

    1. Wow! Su, Gracias por todo el amor que se refleja en cada palabra. Me quedé pensando con tu reflexión y que con los demás no soy capaz de ser tan cruel. ” Las personas maravillosas irradian su interior al exterior”, se nota que tu eres una de esas personas. Abrazo emotivo.

  2. Te entiendo perfectamente, he odiado mi cuerpo en los últimos años y siempre he tenido la teoría de que cuando empezamos a engordar, sin un motivo aparente (sigues comiendo igual y no has dejado de hacer cierto ejercicio 😉 es porque estamos intentando de protegernos de algo externo, desde el interior…a mi me funciona identificar que elemento es el que me trae esa sensación de peligro y trabajar en ello.

    Mientras tanto decirte lo que nosotras intentamos emular es una moda pasajera de una belleza que no existe ni es real, donde se pongan unos buenos «love handle» que se quiten todas las portadas photshopeadas!

    Te quiero mi niña, y solo espero que tú te quieras más que yo <3

    Chuuuu!!

    1. Lo de quererme interior y exteriormente, lo conseguiré por mucho que me cueste. En ello estoy pedazo de mujer! Reconozco que me esta costando.
      Interpretaré al conjunto, que cada kilo de menos será un kilo de mas que me quiera y me mime y así hasta llegar a mi peso saludable y si, absolutamente de acuerdo con tu reflexión, a lo que sumo que ganar peso es un claro ejemplo de que algo no va bien y ese algo tiene bastante que ver con una incorrecta autoestima, llámalo protegerte o castigarte. Por mas que quieran ni tanto ni tan poco, no hay nada de bello ni mucho menos de bueno en que un cuerpo tenga que soportar ni mas, ni menos peso que su peso saludable.

      Abrazos amorosos preciosa mujer y que te adoro *.*

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

En cumplimento legal, he leído y acepto la Política de Privacidad.
Información básica sobre protección de datos:
• Responsable: Lucia Celis
• Finalidad: responder a tu comentario en caso preciso. Controlar el spam y gestión de comentarios
• Legitimación: tu consentimiento a través de este formulario.
• Destinatarios: No ofrezco tus datos a terceros, salvo por obligación legal.
• Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
• Info adicional: todos los enlaces disponibles al pie de esta página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.