Para mi lo mas importante era sentir conexión, amor y protección. Caí en la trampa de querer sentirlo con personas que no podían, ni sabían darlo
La vida y los años pasaron y el patrón en mi vida se repetía. Sin darme cuenta mi felicidad o lo que yo creía que era felicidad, me anuló como persona. Tenía la extraña sensación que aportarle amor, cariño, comprensión, lealtad, cobijo y protección a personas que yo consideraba importantes, me hacía sentir conectada a ellos y sentía que ellos eran mas felices por esa conexión.
Y ese fue mi error inconsciente.
Desaparecer entre personas que no tenían buenas intenciones. Y la mitad de mi vida fui una dependiente emocional, que encajaba a la perfección con mis codependientes, narcisistas, ególatras, egoistas... Hoy me doy cuenta que los elegía yo, y con los años descubrí que esa era mi misión, sanar toda esa toxicidad.

Hoy me doy cuenta de algo que entonces no era consiente, vivía entre la extraña sensación de estar mendigando el mismo amor que sin saberlo, le pedía de alguna manera a mi padre, que hoy puedo describir como (enfermo y herido “de muerte” probablemente, por no haber tenido, ni sentido la protección en su infancia que a ningún niño de personalidad sensible, le debería faltar). Su padre era otro enfermo de ego e ignorancia, que arrasó a su paso con todos los que le quisimos.