Conectando plenamente y el 100% con el instante presente + el estado de flow de dar lo mejor de mi en ese instante y convertirme en el mismísimo instante. En cada una de las áreas de nuestra vida que así lo necesiten, si o si, va a ser vital que nos hagamos cargo de aportarles el Amor y El Desarrollo Personal adecuado que corresponde a cada una de ellas y cada uno de los síntomas que te están impidiendo ser, hacer, disfrutar y vivir con todas las consecuencias y es por eso que es VITAL que nos vayamos empapando de nuestros mejores y de nuestras Almas Afines a nuestro CreCimiento. Sumergiendonos en el conocimiento adecuado a cada síntoma y contratando los servicios que vayan aportándonos lo que realmente necesitamos para estar bien.
Desaparecí entre codependencias emocionales.
Hice invisible mi Alma, mi corazón y mi Esencia en Relaciones tóxicas con la comida, las personas, las cosas y LA VIDA.
¿Cuánta compasión, información y pasión necesitamos para entendernos, comprendernos, no juzgarnos, y tratarnos bien? Te mereces el 100% y tu 100% porque una vez comprendas cómo eres y para qué haces lo que haces, no habrá vacío, ni vacíos que saciar, sino un corazón y un alma que esperan que la persona más importante para ellos: Tú, sepa discernir que es realmente bueno para AportArte y construir, tus espacios sagrados a los que de gusto regresar por que los estas construyendo y nutriendo tú con y para lo mejor de ti con el objetivo de la sensación de Libertad de que da gusto ser Tú.
¿Y si te digo que llevas todo este tiempo suprimiendo emociones, sintiendo a medias y no disfrutando verdaderamente de tus órganos y tus orgasmos vitales?
Si no cambias la historia que te desempodera, vas sin armadura a una guerra que has iniciado por no aceptar, no comprender y no ver una realidad nueva. Las personas no nos hacen cosas. Las personas, hacen cosas. Punto. Quita el «me» de la ecuación.
Perteneces a lo que te construye, no a lo que destruye. Si no te perteneces a ti, pertenecerás a todo lo que no seas tú y entonces, estás vendido/a y tu valor no lo decidirá Dios, sino alguien que no sabe tasar lo que vale el cielo, la galaxia, el mundo, el planeta tierra, los milagros, el milagro, tu alma y tu corazón.






