Una buena metáfora de la importancia por un lado; del impulso o ayuda que puedan regalarnos las personas de las que nos dejamos rodear, y por otro; el impulso o ayuda que puedes regalarte tu a ti mismo.
Una buena metáfora de la importancia por un lado; del impulso o ayuda que puedan regalarnos las personas de las que nos dejamos rodear, y por otro; el impulso o ayuda que puedes regalarte tu a ti mismo.