Si has tenido que vivir un padre ausente es muy probable que portes las heridas invisibles a las que siempre te invito a encontrar los antibióticos. Oda a Mi Padre, la mitad de mis venas
Cuando el dolor ajeno es de alguien que quieres deja de ser ajeno, se convierte en propio.
Al final lo que tiene que pasar, pasa aunque tú no quieras. Enredar la madeja, marear la perdiz, querer intervenir rompiendo el flujo natural de las cosas es un error. No sirve de absolutamente nada.
Me equivoco al descartar la posibilidad de que pueden hacerme daño, ir a por mi, mentir, dañar, apuñalar.





