Mientras tanto y aunque ya no veas las palabras, ni a mi tras ellas, seguiré vomitando verdades en el único lugar en el que me he inventado existir en tu vida; este.
Existen en los recuerdos que con alevosía rescato a mi antojo cuando estoy sola y no hay nadie con quien desperezar mis antojos.
Suicidarse es el desenlace lógico y la salida más liviana para alguien que se hizo todas las preguntas y no consiguió responder prácticamente a ninguna. Absolutamente ningún psicólogo, ni por supuestísimo ningún psiquiatra le han dado ni una sola respuesta a quien termina viendo salida por esa puerta.
Algunas personas se sentirán identificadas con estas verdades en la dificultad de decir “Te amo” ante el espejo, yo por ejemplo.
Aún no me nace la fuerza que reconozco cuando soy capaz de mover montañas y comerme el mundo. Sin ti, aún no. Aún te necesito para sobrevivir a mí misma, a las circunstancias y a este contexto en el que estoy atrapada. Se que solo es un paso y tendré que darlo sola, lo sé






