Nací en Gijón pero allí estuve pocos años. Luego tuve la suerte de que mi madre se separara de un verdugo de si mismo y viví en este pueblo con mis dos abuelos, ella y uno de mis tíos preferidos. No creo que alguien pueda llegar a imaginarse, ni aunque lo intentara describir yo, todas las experiencias y el amor que me llevo puesto de esa época.
Después de mi periplo de 10 años por Madrid, hace un año y por primera vez, estoy viviendo en una montaña como a un kilómetro de la civilización, en un pueblo que se llama «Valle de Turón» de la cuenca minera.
Siempre me costó mucho apreciar todo esto, lo mismo que me costó apreciarme a mi (sin amigos, sin trabajo, sin dinero, sin resultados). Venir aquí, (decía cuando venía), era como retroceder años luz y que era como que el tiempo se detenía (eso sigo pensándolo).
Aquí, ahora, en este momento.
Gracias al desarrollo personal estoy aprendiendo a apreciarme a mi, a lo que tengo y a lo que me rodea. A quienes me rodean siempre supe hacerlo.
He aprendido a amar este oxigeno que antes me asfixiaba. He comprendido el milagro de estar viva, de que los míos lo estén y me he sorprendido a mi misma llorando del puro sentimiento de sentir en vivo y en directo lo que escribo, de ser consciente en plena calle del milagro, de emocionarme allí mismo.
Ya ha pasado mas de un año . Los primeros meses fueron difíciles como periodo de adaptación. Autobuses que pasan cada hora por la tarde. Cambios a peor de algunos servicios que antes si se ofrecían y ya no. Frío, lluvia, esa humedad que cala hasta los huesos, la oscuridad que proporcionan de grises las nubes. Aquí el verano dura poquito pero cuando le da al sol por visitarnos esto es una autentica pasada.
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Aveces llego a la conclusión de que ando viviendo a lo Heidi. Este audio lo grabé este verano un día cualquiera desde la ventana de mi habitación.
Si no se me inunda esto de ovejas, pues de cabras o patos o de las gallinas extraterrestres pero que son majisimas (en serio), resulta que en verano había que ir con una maquina que se llama desbrozadora y desbrozar toda la maleza y hiervas que crecen mas rápido que el pelo de un rapao, pues resulta que desde septiembre no hubo que desbrozar más porque ellas lo dejan todo super limpito, en plan césped rapado al cero.
También hay caballos, pajarillos, gatos, burros, perros que vienen de visita a ver si cae algo y claro que cae. Menuda es mi mami. Ella no sólo es un Ángel para los humanos, también lo es para los animales. Pensión Completa.
A Candi, cuando me vaya, le voy a echar mucho de menos, tiene una perronalidad admirable, en serio. Es Paz. Toda las Paz que puedas llegar a imaginar es exactamente lo que me produce cada vez que en cualquiera de nuestros días de Paz, le da por mirarme.
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A todo esto lo voy a echar de menos y por supuesto a ella. El gran Amor de mi vida, mi madre.
Secretos del Corazón de los desconocidos de pueblo
En mi pueblo (y en bastantes pueblos del Norte), el que no habla es porque no quiere. Da igual que te conozcan o no y si te caes te levantan. No sólo te levantan sino que se van a por el coche y te llevan ellos mismos al hospital aunque no te conozcan de nada. Y sonríen, sonríen mucho y si te topas de frente con ellos en una acera o en un camino, con esa misma sonrisa te dan los buenos días. O si vas a paso lento y te da por mirarles, lo mismo te sacan tema de conversación o te dicen «que frío esta hoy eehh. Abrígate bien no vaya a ser que te de un catarro, vida» y todos, prácticamente todos te dicen «Vida«, (lo mismo que lo digo yo);
¿Como estas, vida? o en un establecimiento cuando preguntas el precio de algo ¿Cuanto es? y te responden; 3 euros, vida.
Y a la mayoría de camareros les sale una güelita de esas super guays que te malcrían y miman y que deben llevar dentro, en el bolsillo de la camisa y si no te lo comes todo, todo, todo, te preguntan si algo no estuvo a tu gusto, que si prefieres otra cosa. La cuestión es que para que ellos se queden tranquilos tienen que sentir la sensación que has quedado satisfecho.
Sabios Palabros
Y hablamos en cariñosivo, bueno vale esa palabra me la inventé yo, como tantas que me invento y que voy a tener que cobrar por derechos de autor que está la cosa mu mala!
Recuerdo un día que salíamos del instituto, seríamos como seis o siete personas y llegó el momento de cruzar la calle. Me fijé que el semáforo acababa de empezar a parpadear en verde y supe que si acelerábamos el paso, podríamos pasar pese a que había una fila de coches esperando. Miré pal grupo y haciendo un ademán con la mano como indicando premura, dije bien en alto pa que lo oyeran todos;
-Vamos! Rápido!, todos por el paso de cebratones que se va a poner el mamífero en rojo! (yo me reí el doble, porque lo del mamífero ya sabía que era broma, lo de paso de cebratones no. Eso salió solo de la nada, se invento a si mismo, como todos los palabros, en definitiva.
Nos dio un ataque de risa allí mismo, en tol medio las cefras.
O el día que íbamos pasando delante del Palacio de los Deportes en la zona Goya de Madrid. Íbamos en el bus y yo contándoles a mis amigos en plan guía turística, que como se había quemado el palacio, para prevenir, lo reconstruyeron entero con material «antinflamatorio» (osea, por si no lo sabéis, os lo digo yo. Los asientos, los suelos, las paredes están hechas con ibuprofenos), por aquello de lo ignífugo.
Peces de Ciudad
Bueno que a lo que iba, cuando me acostumbré a vivir en Madrid no era consciente de todos estos detalles y este ambiente mas amoroso que hay en los pueblos. En Madrid Centro (normalmente) ante los desconocidos el ambiente suele ser hostil. El Metro pese a ser un lugar tan pequeño muestra miradas de kilómetros de distancia, opacas, miedosas, desconfiadas, como si pertenecieran a robots de ciudad. Y si te sientas en un banco de la estación o del parque del Retiro y hay alguien al lado, hacen el gesto como de dar un saltito con el culo y apartarse hasta lo mas lejos posible que admita el banco de ti. Hay como una distancia de espacio vital de seguridad que no debes traspasar pues son en general, desconfiados. Recuerdo en primer y único día que me desmayé en el metro, (me ayudaron personas, porque cuando me desperté me habían sacado al anden y vi gente a mi alrededor, en cuclillas socorriendome). Lo primero que me preguntaron cuando llegué al trabajo fue; ¿has revisado si te han robado la cartera?. Cosas como esa, eran para mi inimaginables e incomprensibles. ¿Como un ser humano sería capaz de hacer a otros lo que no le gustaría que le hicieran a el?.
Esa desconfianza imagino que sea porque les han pasado muchas cosas malas a ellos o que se lo han contado de otros y han aprendido a desconfiar. Yo al principio les preguntaba cosas a los chóferes de bus. Me miraban como si yo fuera la culpable de que la noche anterior no hubieran follao. Después del quinto desistí.
Regalando caramelos
De los primeros shocks esta el de un día se me ocurrió preguntarle a una mujer por una calle. Se paró ante mí, me miró de arriba abajo asomando por la parte de arriba de sus lentes sus ojillos de Cirigüeña y sin cortarse ni una mijilla, no debió gustarle lo que encontró, dio media vuelta y se fue. Lo mismo era muda.
O cuando responden, «No soy de aquí» y sin mediar mas palabra, ni una sonrisa de medio lao ni ná, se piran. Pos claro que no eres de aquí, alma candida, en Madrid solo los Madrileños son de allí y son los menos.
Con esto no te digo que todos sean así. Soy social y evidentemente también me he encontrado con muchas sonrisas de desconocidos y siempre que se presta me encargo de agradecerles a los pocos funcionarios (o cualquier tipo de personas), que me he encontrado agradables y amables por el mundo. Amables, que palabra más hermosa.
Es otro mundo, otra humanidad, otro ritmo. No digo que todos sean ángeles, en este pueblo (como en cualquier otro sitio). También he conocido a unos cuantos demonios pero allá ellas y ellos. Estoy segura que duermen con la conciencia mas limpia que yo y con menos miedos. Si lo hacen Bush y Aznar, ¿porque no iban a hacerlo ellos?. Es un salvoconducto de proceso inteligente el de la conciencia humana.
Resulta que hay personas que «no son amables». Que es inexplicable que alguien sea capaz de depositar fluidos sobre ellas distintos de escupitajos, que es en realidad lo que verdaderamente se merecen. ¿Se nota mucho que acabo de librarme de una que tuve que soportar durante 6 meses a un metro de mi?.
Los lugares los hacen las personas
¿Y como huir cuando no quedan islas para naufragar?
No se, ando como en el medio de la nada, como no teniendo ya la sensación de pertenecer a nada y no me gusta, me gusta mas la sensación de pertenencia a un sitio, a un grupo, a algo. Como me pasó en su día con Madrid. Que a pesar de lo dicho, te acoge con los brazos abiertos, es un mundo abierto a muchas más posibilidades. Como dice Roy Galán en uno de sus textos de los que hice una locución, «Madrid es un vampiro que te cobra todo lo que te da. Madrid es un truco, que te da dinero y te roba el tiempo«.
Imagino que se te puede hacer absurdo o no entenderás que me ande buscando. Desde fuera (que es desde donde mejor se ven las cosas), sabes que no estoy perdida pues el lugar donde se encuentra la paz no es en ningún sitio distinto de mi; mi interior, pero es que resulta que se me ha hecho abismo. Que me muero de ganas de agarrarme a la vida mas de lo que ya lo estoy, pero menos ensimismada, aislada, lejos. Se que no me faltan cosas, me sobran. También se que este sitio me baja la tensión, que las cosas me cuestan el doble de energía, que no tengo la suficiente, que hay algo en el ambiente que no me ayuda, unido al factor humano; no he encontrado a nadie con quien conectar. Lógico que me sienta extraña en mi misma. Complementarse también es bueno para la salud.
Remedios Naturales
Gracias a la Echinacea y el Propóleo he mantenido un record de 6 meses sin catarro, ni faringuitis (uno de mis puntos dediles). Hoy me ha dejado K.O., pero me alegra haber pasado el invierno pese a la nieve, al frío que pasé en mis horas de gimnasio sin haber estornudado si quiera. Lo bueno es que puedo disfrutar de estar enferma. Ya no tengo horarios que cumplir por unos días. Acabo de terminar el curso de microinformática que inicié hace seis meses. El lunes 23 de Marzo empiezo las prácticas que sólo me llevarán 40 horas y ya será la recta final para espabilarme para el viaje hacia alguna parte.
Si estás ahí, aunque sólo seas contando en cantidad; una persona, quiero que sepas que para mi vales por mil. Estarías transformando un vacío en finito. De hecho, debes saber que ha habido entradas que reflejan que han sido leídas y compartidas por unos cuantos centenares pero que aunque al principio lo flipé con el tema de los números y el alcance, en verdad, todo eso no me ha aportado nada. Tampoco nadie me ha dicho nada al respecto. Se me sumaría felicidad a la mochila si se que mis palabras pudieron hacer feliz a alguien o ayudarle en algo, pero no ha sido el caso.
Hace tiempo que el ego no rige mi vida, ni quiero que lo haga y como el corazón lo ha hecho siempre, esta etapa no iba a ser menos y quiero que sepas que para mi es muy importante que me leas, que me acompañes desde el único lugar desde donde ahora mismo podemos hacerlo.
Si no me conoces, si no te gustan los perros, los mimos, los animales, si no entiendes la paz y la conexión que puede llegar a producirse entre nosotros y ellos, si alguno de estos condicionales se cumple mejor no veas este vídeo. Te aburrirías soberanamente.
