Cura de humildad

Suicidio de la modelo en Seven: Esta frase la saco de mi recamara, al menos así la recuerdo yo en la explicación que da Kevin Space a cada uno de los pecados. Esta fue la que dio de la Soberbia: «Que se puede esperar de una mujer que era tan fea y soberbia por dentro, que fue incapaz de vivir siendo fea por fuera«.

AVARICIA
AVARICIA

Le mandé a el, así como te lo escribo a ti ahora, «Hazme Grande, Amor«. Fueron las tres palabras elegidas para poner al lado de esta frase de la imagen.

Ser Grande

Vag, que se yo, por aquello de la confianza que nos teníamos, cuatro años dan para mucho y también, por aquella mierda de codependencia que tenía. (Soy ex, ex-codependiente). -Nunca, contestó.

A los pocos días, tras la gota que colmó su vaso, me dejó por WhatsApp. Muy moderno todo.

Nunca me cansaré de agradecerle a esa gota. De no ser por ella yo no estaría aquí. Aprendiendo. Mejorando. Encontrándome a mí por el camino, a ti y a los que decidan pararse a mirar y con esto quiero decirte que estaba sumida en la mas absoluta mierda y no tenía la mas mínima intención de tomar acción. Creeme si te digo que no tenía ni idea. No sabía lo que ahora se. No sabía que mi autoestima era lo que estaba dentro de un vaso lleno de agujeros y que el vaso era yo. No sabía que yo era un ser completo y que, en consecuencia, no necesitaba a nadie para sentirme completa y no defectuosa. Pensaba que era normal eso de no quererse, ni valorarse y que sentirme triste o deprimida formaba parte de uno de los conceptos de la factura que había que pagar por haberme sentido feliz en algún momento. Pensaba que la vida era eso, disfrutar cuando sientes el vértigo de estar en la cúspide de las olas y que luego, la resaca.

El caso, es que en algún momento de aquella codependencia, decidí poner mi vida en las manos equivocadas, que son cualquiera de las manos que no sean las propias y junto con mi vida, también puse mis metas, mis sueños, aspiraciones, mi cuidado, mi salud. Todo eso quedó delegado al lugar que yo ocupaba en su vida. Unos espacios mas lejos del cero a la izquierda y yo ni me di cuenta, creeme, la ceguera llegó a ser mi sexto sentido. En eso consiste la codependencia, dejar que te reduzcan a cambio de nada o de unas migas también.

No volví a verle más. A veces daría lo que fuera por una de sus sonrisas. No puedo negar que el sentimiento de enamorada lo tuve. El de amor, joder, pues que se yo, yo creo que también. Es sólo que no lo tuve por mí. Ese fue mi error, lo que si que no se, es si fue el único.

Los sueños mientras duermes te ayudan para cuando despiertes

Estas cosas para ayudarte a superarlas,  me refiero a lo de» daría lo que fuera por una de sus sonrisas «,  si no te pasan en la vida real, las sueñas. Así que aquí estoy, esperando soñar la respuesta pa que se me quite la espina. Ya me ha pasado con más espinas. Con algunas tuve que esperar años, pero por fin un día las sueño y a la mañana siguiente ya no me pincha y el final feliz es la sonrisa. La sonrisa del que tengo en frente. Ahí, soñandito y coleando. El caso es que casi nunca me acuerdo de lo que sueño.

¿Tu que sueñas en color o en Blanco y Negro?

Se dice que se sueña todos los días, sólo que no nos acordamos y que dependiendo de cómo atraigamos el sueño seremos capaces o de disiparlo, de recordarlo en color o sólo en blanco negro, por aquello de que el banco y negro pesa menos, como los jpg. De hecho, para rescatar los mas recuerdos posibles a punto de desvanecerse, a veces, podrás recordar sólo una cosa o dos en color, sino todo en B&W.  Si no me crees, haz la prueba. Sin dejar que intervenga tu imaginación con los que te acuerdes ahora. Cada uno lo recordarás distinto y algunos te costará encontrar los colores y si quieres recordar lo que sueñas en color, en plan HD, sólo tienes que esforzarte en no olvidarte de lo que habrás soñado, una milésima antes de recuperar la consciencia, cuando te despiertas, antes de que tus pensamientos metan la quinta pa irse a otra cosa mariposa. Fuérzate a recrearlo. Si tienes interés, claro, sino haz como yo, que dejo que vengan a mi memoria solo los que quieran venir, esa es mi criba. Así me gusta que vengan las cosas y las personas a mi vida, que lleguen a mi sin forzar.

Estas despedida!

Hace dos días soñé con mi último jefe. El que me echó y del que tengo una historia hermosa por contar. No tiene que ver con el trabajo, tiene que ver con la vida y las casualidades brutales.

Era de noche y el estaba moreno de piel. Había venido de uno de sus viajes de la nieve o de Ibiza. Yo lo único que sabía era que había venido de disfrutar. Me sonreía y me decía que lo sentía. Me sonreía mucho. Fluía en el feedback positivo a mi lado y hacia mí. Asentía, mientras no borraba su sonrisa, a lo que yo le decía; mi versión de los hechos.  Primero había hecho lo mismo con la otra versión de los hechos, pero me daba igual. Eso ya había pasado. Ahora estábamos en el presente.

Al final me abrazaba de medio lao, achuchándome contra el como en el medio de una broma y entre risas. Algo así como se abrazan los amigos como diciendo un «no pasa nada, todo está bien porque seguimos juntos«.

La historia es; que no recuerdo prácticamente ninguno de mis sueños, pero los importantes sí. Tengo una gestión de archivos eficiente en esos temas. Un par de días antes de soñarlo, pensé en mandarle un mensaje de agradecimiento y hacerle, así entender, que comprendía su versión. No me atreví a hacerlo. En otra ocasión será. Fui yo la que me convertí en victima de aquellas circunstancias y en consecuencia la responsable inicial de aquello. Por eso debí soñar con el. Necesitaba volver a ver su sonrisa mientras me miraba a mi.

El único Ex del que me quedó un amargo sabor de boca

La cosa, retomando la frase del la imagen que adorna estas letras es; que con este último, resulté ser yo quien le hacía pequeño a él, o no, yo que sé, nunca lo supe. Si te digo la verdad, miento. Será parte de alguna invención de mi mente. Lo que si se, es como me sentí a su lado, todo lo que me permití reducirme por esa falta de amor propio que tenía en esos asuntos del amor. Esto último tuve que descubrirlo a balazos y algunos apuntaron a dar. Lo mismo que; que una vez te quieres a ti, no consientes, no te acercas, no te arrimas donde quema, ni disparan a matar. Se te hace imposible permanecer en un lugar donde restan, asesinan o mutilan y de esto, lo de no saberse un ser completo, libre de codependencia no se libra ninguna stripper, ni jefa de gabinete, ni la Pop Singer Start del momento, ni la directora de un banco. Que tengas amor propio para algo no significa que lo tengas para todo. Por eso la heroína y el héroe es el que consigue ese éxito personal en todas las facetas y de todas las macetas, la propia, la que regar primero de todos. Una cosa es el tema profesional, otra el familiar, otra el social y otra el amatorio. Cada cual tiene sus normas y te toca por diferentes esquinas. Hay carreras que no se aprenden en la escuela. Hay caminos de los que sólo aprenderás, si los recorres.

Puedes tener mucho amor propio para una cosa y cagarla en la otra. Un sin fin lo del abanico de posibilidades este.

Y tú me dirás;

– Pero a mí no me hace falta que me des una hostia en toa la cara pa saber sin falta de que me la des que me dolerá.

Y yo te responderé;

– A mi tampoco.

…pero es que resulta, que del dicho al hecho, a veces, hay un trecho.

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1 comentario en «Cura de humildad»

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