Toma el camino más corto, el atajo. Da un paso y luego otro y otro y así sucesivamente, como quien va caminando tan tranquilo a por pan, pero caminando hacia su libertad.
Resulta que hay personas que aún no saben lo que es quererse a si mismos, ni el significado de amor propio, ni el significado de amor, tampoco tienen ni idea, ni la más remota idea de que significa Codependencia.
Soy experta en Codependencia y Cómo SALIR de ella
Se me pueden pasar por delante todos los eruditos de todas las profesiones que tengan que ver con este tema y me los como con patatas. Si se les ocurre poner en duda cualquiera de las certezas a las que después de someterme tras unas cuantas pruebas de ensayo y error, constan en mi Tesis, soy perfectamente capaz de defender mi aprendizaje y validarlo como Conocimiento del bueno. Sin vende motos, ni planplinas..
Salir de la CODEPENDENCIA
Pásate por aquí y te doy algunas pistas PREVENCIÓN DE VIOLENCIA
Soy experta en la materia por que he estado ahí, porque he tocado fondo en ese tema y un día, dí un paso y luego otro y otro y así sucesivamente, como quien va caminando tan tranquilo a por pan, pero caminando hacia mi libertad.
La Codependencia empieza algún día indefinido de la infancia (de algunos). Alguien que no tenía ni puta de idea de como educar, querer, o amar a alguien que se supone según los cuentos, estabas a su cargo y eras de su responsabilidad, cometió unos cuantos errores y tu como niñx lo único que hacías pues era ser un niñx sin poca posibilidad de maniobra y esperar la aprobación de tus cuidadores. Según los cuentos y en las cosas que salen por la tele, pone que deben quererte y amarte mucho, de forma sana y bien, eso que se llama Amor Incondicional, pero resulta que te encontraste con otra realidad, con que no te querían del todo, ni mucho, ni mucho menos bien.
Tú solito, sin que nadie te dijera lo contrario, llegaste a la conclusión de que algo no encajaba y entonces fuiste creciendo creyendo que ese algo eras tú; un ser defectuoso, no digno de amor. Convertiste en certeza la peor mentira que puso el punto inicial a la que sería tu autodestrucción.
«Si mi padre o mi madre o quien sea que me haya tocado como protector no me quieren tal y como soy, algo habré hecho mal»
La cuestión es que alguien tiene que encargarse de aportarte el valor y el amor propio cuando eres un niñx (poca capacidad de decisión puedes tener en esa época). Alguien tiene que haber en tu camino que en esa época te haga creer en ti. Si eso no sucede, ese niño o esa niña, se hará adult@ y un día el desasosiego empieza a hacerse presente. Llega a la conclusión y a la certeza que su felicidad depende de que le quieran, de que le estimen, que le valoren (desde el exterior). Exactamente lo que no sintió cuando era un niñx), pero lo peor, es que todas estas mentiras se convierten en verdades autógenas, (desde el interior se asumen como verdad).
Esta persona no tiene ni la menor idea que no tiene amor propio, ni una autoestima sana y que se ha convertido en un ser codependiente. Son términos que ni se ha planteado lo que son.
Normalmente los codependientes suelen juntarse los unos con los otros en relaciones tóxicas, insanas y podres desde el comienzo. Ambos esperan del otro llenar «sus huecos», sus abismos, porque se creen mitades buscando su otra mitad. Se creen seres incompletos, defectuosos, porque le han dado valor precisamente a lo contrario de lo que son desde su esencia; SERES COMPLETOS. Se creen que estar en pareja les salvará de todos sus males.
Crónica de una muerte anunciada
Las personas codependientes están enfermas pero no lo saben,
actúan en consecuencia a lo que han grabado a fuego en su inconsciente. No tienen ni la menor idea que han terminado convertidos en su propia trampa y le llaman amor a depender de otro ser para ser feliz.
Se creen que hacen el amor cuando el uno se pone a cubrir las carencias del otro y por esta falta de amor propio y autoestima sana se meten en pozos sin fondo y en muchas ocasiones con el cartel presagio de no retorno junto al de crónica de una muerte anunciada.
-Quieren sentirse validos y valiosos a través de los demás, aunque ellos en el fondo se desprecian y no se valoran a si mismos (aún no han adquirido esa capacidad).
-Quieren sentirse imprescindibles, es una forma de reafirmar desde afuera que son validos para algo o alguien.
-Exigen que les devuelvas el Amor que «aparentemente» te procesan.
-No son altruistas. Actúan por recompensa.
-Se sienten victimas y se llegan a sentir cómodos en ese papel. Son expertos en el. De hecho es como si actuaran como un imán. Es como si buscaran verse reflejados, justo en el espejo que peor imagen les devuelve de si mismos.
-Son chantajistas emocionales.
-Expertos en darle la vuelta a la tortilla y hacerte sentir culpable y responsable de lo desgraciados que se sienten.
-Te hacen creer que tú eres el responsable de su infelicidad o felicidad.
-Te amenazan con el suicidio o con que su vida va a ser miserable (por tu culpa) si dejas de quererles.
–En el fondo de su ser se desprecian profundamente, no creen en si mismos y por mucho que les intentes reafirmar lo contrario, de poco, de NADA servirá. Hasta que ellos no sanen su herida y sientan por si solos su propio amor, no habrá remedio.
Si te dicen Te Necesito, corre. Y si eres tú quien necesita, sánate
Si eres tú quien cree que la felicidad es algo inaccesible, lejos de tu alcance y que sólo logras cuando estás en pareja, o cuando adquieres bienes materiales, busca el modo de sanar tu autoestima. Conviertela en incondicional, a mi me gusta llamarla también «AutoEstima Indestructible«.
El paraíso y la felicidad, no están en ninguna parte si antes no consigues que habiten en tu interior
Nunca, jamás, (te lo prometo, te lo juro por mi vida), serás capaz de ser feliz junto con nadie, si no eres capaz de ser feliz junto contigo.
A continuación haré una de mis primeras traducciones oficiales (lo mismo un poco por libre) y aprovecho la ocasión, para presentarte si no lo conoces ya, el proyecto de Brandon Stanton, un apasionado de la fotografía que se ha mudado a New York y ha decidido que los protagonistas anónimos de sus fotos cuenten sus historias si quieren prestarse a ello.
Humans of New York
Hoy me encontré con esta fotografía, que perdió la capacidad de pasarseme desapercibida.
En el justo instante que la vi, me transmitió una fuerza y una energía tal, que sentí la necesidad imperiosa de transmitir en palabras este amalgama que ya has leído hasta ahora.
(Juraría que está justo en la calle de las entradas principales del Empire State Building…
Ahora resulta que además de Madrid, Manhattan me lo se también de memoria.)
Te propongo un juego. Mira el rostro de esta mujer y haz tus cábalas. ¿Que te trasmite?.
La primera vez que vi el rostro de esta mujer me atrajo como lo hacen algunos abismos o no sabría explicar bien qué. Algo de ella resonó en mi y me quedé fija, mirándola a ella, absorta, como si el resto del mundo o las distracciones de la pantalla hubieran desaparecido. Intentaré hacerte una radiografía de lo que se me pasó por la cabeza:
Wow! Que Pedazo de mujer. Que Bellezón. Cuanta raza. Cuanta fuerza, seguridad y garra parece que destila su expresión y su rostro.
Traspasó la pantalla, estoy ahora escribiendo este artículo, gracias a lo que me transmitió.
La fotografía había inmortalizado su esencia. La admiré y por un instante, se me cayó metafóricamente la baba, por otro, me enamoré de su actitud, de la fortaleza que aparentaba. De la fuerza de esa mirada.
Me recordó a algo salvaje, a una leona defendiendo a los suyos, a una tigresa en la selva (cuidándose de sobrevivir). Pensé; ella es una mujer de armas tomar. Se ha puesto el mundo por montera (mírala en las calles de New York, ¿como habrá llegado hasta allí?). Seguí imaginándomela… Ella ha sobrevivido al dolor. Al dolor de la perdida de algunos seres queridos. Esa mujer lleva en la sangre la sabiduría de sus ancestros, de sus abuelos y sus abuelas. Una mujer que roza los 40, satisfecha, sabia, inteligente, orgullosa, segura de si misma, autosuficiente, luchadora,
superviviente que se ante pone a si misma antes que a los demás y a sus hijos antes que a ella.
Alguien capaz de con su ejemplo, honrar el trozo de parcela que le tocó de mundo, honrar el milagro. Alguien digna de admirar, que deja huella pisando fuerte con su ejemplo. A la misma par, fuerte y vulnerable. Fragil e indestructible.
Te prometo que todo esto pensé sin leer ni siquiera una palabra de su historia. Nada más que por lo que había inmortalizado la fotografía, según su expresión y según mi impresión.
Cuando vi su rostro, sentí como si fuera un alma afín. Como si fuera una de esas personas que llegan a tu vida por algo.
Por un momento me pareció la mujer más hermosa que había visto en mucho tiempo, por fuera y por dentro. Al menos, la que más me transmitió nada mas que con a fuerza de su expresión. Pensé, debe tener La voz de la experiencia, de la fortaleza y de la seguridad que te dan las experiencias. Como los sabios.
La historia que voy a traducir a continuación, cuenta la historia de una mujer mas , que se dejó maltratar durante un tiempo debido a que sufría codependencia. Tuvo cinco hijos con su maltratador y se dejó maltratar por que en el fondo de su ser, siempre creyó que se lo merecía, llegó a sentirse cómoda (si se le puede llamar zona de confort a eso) en un lugar que le recordaba al que tenía en su casa cuando era pequeña (En el lugar de victima). Hago hincapié en que la Codependencia es una enfermedad inconsciente (de nada me servirá que te me eches encima en el nombre del neofeminismo que no busca soluciones, ni igualdad, sino guerras y victimas de ambos sexos).
El le decía «Te necesito» y ella se derretía, se sentía valiosa cuando le decía eso. Después de los golpes le pedía perdón y ella se pensaba que ese hombre era maravilloso por que amaba a alguien que no era digno de amor, (eso le habían enseñado en su casa o al menos, a esa conclusión había llegado ella).
El tremendo error infinito de un codependiente es no querer despertar de la pesadilla.
Si no le ponen remedio, se pasarán la vida buscando su paz donde nunca jamás la encontrarán y lo que es peor, se pasarán la vida tirando piedras sobre su propio tejado. Algunos son capaces de construir con ellas su propia tumba,
otros son capaces de resurgir de sus cenizas
Se fue de casa a los 13 años porque su madre le pegaba (A su madre la describe como una mujer muy religiosa). Mientras trabajaba de cajera a los 16 años, conoce a un hombre que tenía 16 años más que ella. Con sus gestos y sus ramos de flores la encandiló. Ella no sabe describir si lo que sintió por el con el pasar del tiempo fue amor, (no tenía con que comparar ese sentimiento). Al principio todo pareció ir bien. Ella estaba experimentando por primera vez lo que nadie le había enseñado sobre la vida en pareja, ni sobre el amor.
Lo único que sabía era que quería «una familia y a un protector».
En realidad no sabría explicar a día de hoy si lo que sentía fue amor, porque no tenía con que comparar.
El caso es que el comenzó a irla a buscar a su trabajo, le regalaba flores y cada vez pasaban más horas juntos. Entonces le ofreció que se fuera a vivir con el y ella se convirtió en «la perfecta ama de casa». Ella tenía claro que «nunca iba a ser como su madre» . Ella quería ser la madre y la esposa perfecta.
Te dejo con la traducción de sus palabras:
La primera vez que me golpeó, estaba embrazada de siete meses de nuestro primer hijo. Empezó a gritarme mientras estaba dormida y me golpeó porque el estaba teniendo problemas con su insulina. Me pidió que le ayudara. Algo hice mal y me tiró al suelo. Entonces comencé a temer. Procuraba no argumentarle para evitar que se pusiera violento. Comenzó a meterse conmigo. Criticaba como me vestía, como ponía mi pelo. Recuerdo que empezó a molestarle que usara mucho la palabra «Amor». Yo, era una chica muy optimista y siempre estaba hablando de como yo amaba las cosas. Me obligué a no pronunciar esa palabra ante el. El me decía «¿Porqué amas todo? Eso es estúpido».
Recuerdo que en otra de las ocasiones, me golpeó porque mezclé arroz con vegetales. Comencé a hacer el menor ruido posible, a inmovilizarme, a quedarme callada y quieta en torno a el, exactamente lo mismo que hacía con mi madre (esperando que no me pegara). Recuerdo que me convencí a mi misma de que esa situación era normal, que todo el mundo recibía una paliza de vez en cuando.
Tuvimos cinco hijos juntos. Me resulta complicado explicar porqué permanecí ahí.
Llegaba a hacerme sangre con los golpes y luego me pedía disculpas por ello y me decía que me necesitaba. Me hablaba de su infancia y me decía que su padre le daba una paliza cada día. Me contó que no tuvo una madre. Recuerdo que solía decirme; «Te veo como a mi madre» y eso me hacía feliz. Me decía «Te Necesito» y ese sentimiento de ser necesitada (útil, valiosa) fue lo que me mantuvo en esa casa.
Además, a pesar de todo, el era el padre de mis hijos.
Me decía a mi misma, que el estaba traumatizado por su infancia, que no era culpa suya lo que hacía, pero también pensaba que yo también había sido traumatizada en mi infancia y no por eso iba haciendo daño (a nadie) a los demás .
Un día la profesora de escuela de mi hija, me llamó para decirme que mi hija había hablado en la escuela sobre maltrato y quiso concertar una cita conmigo al respecto. Yo quise restarle importancia porque estaba asustada. Le dije, gracias por tu preocupación pero no fue nada realmente y ya todo terminó. La profesora me dió un folleto de un lugar llamado «HeartShare» (Compartir de Corazón).
HeartShare estaba sólo a dos bloques de mi casa, así que un día paré. Le conté a la profesora lo que estaba sucediendo realmente. Ella me ofreció la posibilidad y me informó sobre «refugios de violencia domestica», pero en el fondo, no quería hacerlo, no quería romper mi familia.
Entonces un día, el me volvió a golpear malamente en la escalera. Me dio tal puñetazo que llegó a salpicarse sangre sobre los niños. Le conté este suceso a la profesora y me dijo que reuniera todo el papeleo y documentación y que ella me estaría esperando con su coche negro en la esquina. Le dije a mi marido que iba a la tienda a comprar algo de comida. Estaba muy nerviosa porque el me cronometraba el tiempo fuera de casa. Todavía me quedaba ir a recoger a los niños a la escuela y si me pasaba del tiempo estimado, el saldría a buscarme.
Apenas pasaron unos días cuando el se presentó en el refugio. Me localizo por la señal GPS de mi móvil. Para mayor seguridad, el refugio tiene dos juegos de puertas, la segunda no se abre hasta que no este cerrada la primera. El saltó justo cuando la primera puerta se estaba cerrando. Los niños comenzaron a gritar. Me alcanzó y me tiró al suelo. Mientras la seguridad se lo llevaba arrastrándolo, gritaba que yo le había robado a sus hijos. Que todo lo que había pasado era culpa mía y lo cierto es que me sentí culpable. El siempre supo como hacer para hacerme sentir culpable.
Estoy tratando de salir de esta por mi misma. No esta siendo un camino fácil. Nos desalojaron del primer apartamento. A través de un programa de trabajo para mujeres, estoy trabajando ayudando a los «Sin Casa». Nos mudamos a una casa de dos habitaciones. Amo mi trabajo pero estoy manteniendo a los niños sólo con mi único ingreso. No tenemos nada extra. Los niños dicen que necesitan internet y un ordenador para las tareas de la escuela, eso lo resolvemos en la Biblioteca.
Me encantaría poner unas bonitas cortinas o pintar la casa, pero no quiero sentir el apartamento como un hogar . Tengo miedo que nos vuelvan a echar por no poder pagar. Tengo la sensación como que nunca voy a conseguir sentir relax, pero resulta que tengo a los hijos mas maravillosos.
No quieren que yo me vea en la obligación de tener que comprarles cosas nuevas pero siento como que he perdido su confianza y su valoración porque siento que no puedo hacer nada bonito por ellos, y yo no quiero que crezcan pensando que no se merecen cosas buenas, pero al menos, estamos juntos, tenemos una casa donde vivir y estamos a salvo.Todo el rato les ando diciendo a las niñas que debemos sentirnos afortunadas. Incluso creo que se cansan de mi de tanto decirles eso, pero honestamente, desde la sinceridad, siento que somos muy afortunadas.
I don’t want them to grow up feeling like they don’t deserve nice things. But at least we’re together. And we have a home. And we’re safe. I tell the girls all the time that we should feel lucky. I think they get tired of me saying that. But I honestly feel that we’re so lucky” (Jessie Garcia)
Humans of New York
Y Efectivamente, esta mujer venía a decirme algo. A darme una lección AportAmor. Y sólo puedo darle las Gracias a Brandon por la fotografía que me hipnotizó y a los dos por la historia de superación y crecimiento personal.
Algunos deciden formar parte de las cenizas, convertirse en ellas, echarle mas leña al fuego, apagarlo con gasolina, otros deciden resurgir.
Un mensaje precioso guapa, lo cierto es que aún necesitamos hacer mucho trabajo interior para no depender de otros cuando hablamos de amor. No es sencillo dar un paso y decir «te necesito tanto que no soy feliz si ti» muchas creen que es lo «normal» cuando están enamoradas o en una relación de pareja, pocas se preocupan por trabajar su independencia y amor propio, es mucho el trabajo que debemos hacer y el tuyo está precioso, me ha encantado descubrirte. Un abrazo 🙂
Querida Diana,
Desde el primer día que comencé a construirme hacia o desde mi mejor versión, cada pieza esta siendo imprescindible, valiosa y vital en el aprendizaje que va formando el puzzle de Desarrollo Personal, y esta, el Salir de la Codependencia ha sido una de las piezas fundamentales. El camino del conocimiento vital, que nadie supo o pudo proporcionarnos antes, es tan hermoso agarrar las riendas y emprender hacia ese conocimiento por nosotros mismos desde nuestra responsabilidad personal.
Las verdades son liberadoras, y como perfectamente escribes, el Amor no se libra de las mentiras y muchos creemos que es, lo que no es. Exactamente como describes, es mucho trabajo, pero sin duda uno de los mas hermosos por satisfaccer.
Gracias querida Diana, tu presencia, tu tiempo y tu comentario son Oro Puro, justo llega en una época en la que el oxigeno de tus palabras tienen mucho valor para mi.
uno vive preguntandose porque no se es feliz, la codependencia es uno de los motivos principales, desafortunadamente no sabemos amar, hasta eso el algo que debemos aprender. amar de la forma correcta. La codependencia es el mal de miles de personas pero muchos ni nos damos cuenta de que es lo que nos pasa, yo lo supe cuando empeze a buscar en los libros la razon de mis males, asi entendi que uno de mis problemas era ser codependiente de mi familia.
Querida Lina,
Has dado el paso más importante y difícil de todos. Darte cuenta de la realidad. Ser consciente de lo que perfectamente y tan bien, has descrito «La Codependencia es uno de los motivos principales de la infelicidad».
Normalmente cuando actuamos desde la codependencia emocional, no somos conscientes (ni del daño que hacemos a otros, al procurar cargarle en sus espaldas nuestra felicidad/vida/estima, ni de la dimensión de daño propio que nos ocasionamos).
Lo bueno, la buenísima noticia; es que una vez, por fin, asumimos el problema, ya podemos tomar las riendas de nuestra vida/estima/felicidad.
Hay una herida que sanar que tiene que ver con; Aprender a amarnos a nosotras mismas por nosotras mismas y entender que la felicidad va de dentro a fuera. (estamos buscando en la dirección equivocada)
En esta web y en los vídeos, y artículos que voy subiendo, prácticamente semanalmente, encontrarás muchos antídotos y la sanación necesaria.
Yo ahora que estoy fuera, me he quitado de mis espaldas toneladas de peso, autosufrimiento y amargura. Se perfectamente lo mal que se pasa. Viví dentro de ese infierno durante algunos años.
Te agradezco mucho tu paso, tu huella a modo de comentario, tu valentía, y ojalá que vuelvas y encuentres en este sitio tu otra casa y eso que tu corazón y tu alma, llevan tanto tiempo esperando.
Con todo mi corazón.
Recibe un Abrazo emotivo de mi parte.
Lucia Celis
AportAmor